Si ella, Margarida Barjau quien me lo regaló, lo trajo a mi despacho en el Metro el 2 de mayo, yo podía llevármelo a su destino en Can Nito en la bici en el tren. La esponjosa tierra de turba tampoco lo hacía muy pesado y el viernes 5 de mayo para allá me lo llevé. Aunque en principio pensaba plantarlo en el hueco que ocupaba la palmera que tuve hasta 2011 en el jardín, luego opté por hacerlo en un macetero grande que traje hace un mes y que creo que tiene suficiente volumen para que el árbol se desarrolle y así el césped queda más despejado.
Finalmente el domingo 7 y aprovechando que era el primer aniversario de boda de mi hijo parecía una fecha adecuada aunque los limoneros se planten o trasplanten en febrero por la Candelaria.
Esperemos que el arbolito que hemos plantado prospere, aunque según me indicó Marga debe conservar siempre el árbol tres frutos que en cuanto vuelvan a salir visualizaré aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario