Ni gatos ni perros, pero ya iba teniendo edad de tener un felino doméstico en mi vida.El año pasado antes del confinamiento de marzo y abril de 2020 empezó a estar por mi jardín una esquiva gata negra que había nacido cerca, en mayo de 2019. La callejera gata aunque venía a tomar el pienso que le compraba era de imposible acercamiento, al día de hoy me dicen que ha emigrado a otra colonia calle arriba, pero hasta hace poco más de un mes seguía viniendo por casa a comer o estar un rato por el jardín siempre a punto de huir si me acercaba.
El 2 de mayo de 2020 tuvo una cría que tenía junto a la vía del tren y que debió morir pronto, pero el 25 de julio bajo un tupido seto de mi jardín alumbró otro gato que esta vez ha sobrevivido hasta el día de hoy, y aunque callejero y a veces esquivo, normalmente está por casa , aunque era más cariñoso hace meses cuando le gustaba meterse de vez en cuando en el interior, pernoctando por otoño un día dentro y que ya no consentí más al cagarse en un sofá. Hoy solo reclama de vez en cuando un poco de caricias, pero solo en la cabeza y solo de mi. Puede pasar algún día sin que le vea pero lo normal es que esté por el chalet, especialmente en la cara interior de la valla como en estas fotos del sábado 3 de julio pasado.
